El pie zambo o pie equinovaro es una de las frecuentes batallas a las que nos enfrentamos los traumatólogos infantiles y una enorme preocupación para los padres, ya que suele ser diagnosticado durante el embarazo, habitualmente en la ecografía de la semana 20.

Este diagnóstico precoz es normalmente un jarro de agua fría para los padres, una gran preocupación que les llena de miedos antes incluso de que nazca su bebé, incluso de culpabilidad. Este temor es uno de los motivos por el que escribo este artículo, seguro que los padres que lo lean se sentirán más tranquilos e informados después.

En otras ocasiones, el susto se produce nada más nacer y la alegría del nacimiento se mezcla con la tristeza de una mala noticia, ya que no hubo diagnóstico previo en la ecografía.

Pie zambo visto en ecografía de la semana 20.

A veces, a la familia se le informa de que su bebé tiene pie zambo pero no es así, es un pie con una forma distinta (debido habitualmente a falta de espacio en el útero materno) pero es flexible y, sobre todo, sin equino (no tiene el pie hacia abajo de forma fija). En este caso el temor inicial se vuelve una buena noticia ya que estos pies no precisan tratamiento o son casos muy leves.

¿Qué es el pie zambo? El pie zambo es una deformidad genética del pie. El pie se deforma en equino (pie hacia abajo), varo (pie curvado), cavo (más puente del habitual) y aducto (dedos del pie hacia dentro), por lo que también se la llama pie equino-cavo-varo-aducto (PEVA) o pie equinovaro.

Tiene un componente hereditario, ya que si uno de los padres tuvo pie zambo, el hijo tendrá un 5% de tenerlo, y un 20% aproximado si ambos padres tienen pie zambo. Pueden afectarse ambos pies en un 50% de los casos y es más frecuente en niños que en niñas. En un 10% de los casos puede haber anomalías asociadas por lo que será el traumatólogo infantil quien lo valore, como explico en este artículo sobre la displasia de cadera.

Es importante saber que el pie zambo, a pesar de los buenos resultados, es un pie distinto. El niño es totalmente sano, pero los pies deben ser vigilados. Es decir, un paciente con pie zambo siempre tendrá un pie distinto al pie normal, aunque no necesariamente tiene por qué tener limitaciones ya que hay deportistas de nivel, bomberos, policías, etc. con pies zambos.

Si su hijo tiene pie zambo, ¿qué debemos hacer? Lo primero que hay que saber es que no es una emergencia pero sí una preferencia. Es decir, el pie zambo debe ser tratado de forma ideal a las 2 semanas de nacer, aunque en ocasiones nos encontramos ante casos “ no ideales” que se tratan más tarde.

El tratamiento que se realiza es el método Ponseti, y es un tratamiento reconocido a nivel mundial, preconizado por el español Ignacio Ponseti en 1948. Con este tratamiento se han evitado miles y miles de cirugías en estos pies con resultados mucho mejores que antiguamente (95% de éxitos), por lo que la comunidad médica y los pacientes estamos eternamente agradecidos a Ignacio Ponseti.

Dr. D. Ignacio Ponseti (fuente www.nytimes.com)

Este tratamiento debe ser realizado en centros de referencia, en centros con traumatólogos infantiles formados y entrenados en este método tanto en su tratamiento como en el tratamiento de sus secuelas. No es infrecuente recibir pacientes tratados de pies zambos de forma incorrecta que llegan “tarde” para comenzar el método Ponseti como se debe.

Este tratamiento consiste en manipulaciones por el traumatólogo infantil con yesos semanales, en un número de 4 a 6 habitualmente, seguidos por una “mini-cirugía”. Un tratamiento estándar sería el siguiente:

  • Bebé de 15 días de vida con pie zambo. Primer yeso de Ponseti, corrección inicial del cavo.
  • Una semana después, segundo yeso de Ponseti. Corrección inicial del aducto y varo, progresiva del cavo.
  • Una semana después, tercer yeso de Ponseti. Corrección progresiva del cavo, aducto y varo.
  • Una semana después, cuarto yeso. Corrección progresiva del cavo, aducto y varo.
  • Una semana después, habitualmente bajo sueva sedación en quirófano, se realiza un corte del tendón de Aquiles para corregir el equino del pie. Es un corte de 1mm, se realiza de forma percutánea y se cierre con un solo punto. Tras esta corrección, se coloca un yeso durante 3 semanas.
  • A las 3 semanas, se retira el yeso y se coloca un aparato llamado ortesis de abducción o de Dennis-Brown, que se coloca en ambos pies y que el bebé debe llevarlo 23.5h al día durante 3 meses, es decir, solo se puede quitar para el baño del bebé. Este aparato sirve para mantener lo que hemos conseguido con el método Ponseti.
  • 3 meses después, el aparato se pasa a usarlo las horas del sueño, es decir, toda la noche y la siesta, y así debe ser hasta los 4-5 años. Es muy importante realizar esto siempre ya que en casos de buen cumplimiento, hay buenos resultados en un 95% de los casos y no se necesita de más tratamiento. El niño debe pedirnos el aparato cuando tenga sueño porque debe relacionar el dormir con llevar el aparato.

Este último punto es básico y es responsabilidad de los padres para que el tratamiento sea el correcto. Sabemos que los niños lloran cuando se sienten limitados de movimiento y hay niños que pueden llorar horas, pero es esencial este cumplimiento. En casos de niños que no han llevado correctamente el aparato son muy frecuentes las recidivas.

El aparato debe colocarse correctamente, con calcetines para evitar rozaduras y con el talón bien colocado y visible (hay un agujerito en la parte de atrás que permite ver el talón). El pie o pies afectan deben estar abiertos 60º; si hay un pie sano debe estar abierto 45º. El niño precisará de varios cambios de botas y ajustes durante su crecimiento.

¿Qué hay que hacer en caso de recidiva? Como he comentado, el pie zambo es un pie distinto y no son infrecuentes las recidivas, sobre todo en casos de mal cumplimiento. El pie del niño se va progresivamente deformando hacia dentro y puede necesitar de una cirugía. Lo más habitual es el cambio de posición de un tendón, el tibial anterior. Este músculo lleva el pie hacia dentro y lo que hacemos en cambiar su posición para que haga lo contrario, llevarlo hacia fuera, como se puede ver en este vídeo de la cirugía.

¿Todos los pies zambos son iguales? No, hay pies zambos leves y otros rígidos y severos. Hay pies que no precisan tratamiento, otros que solo necesitan de yesos sin cirugía y otros pies que necesitan de 8 yesos y varias cirugías, por lo que la variabilidad es alta.

El pie zambo, ¿deja secuelas? Como he repetido, es un pie distinto pero no necesariamente tiene que dejar secuelas. A nivel estético, en casos de un solo pie zambo, el pie afecto es un pie más corto y más ancho, suelen precisar de una o dos tallas menos de calzado. Las piernas son de igual longitud por normal general, aunque suele haber distinto volumen a nivel de la pantorrilla. En casos de ambos pies zambos, ambos pies son iguales de longitud.

Conceptos a recordar:

  • El pie zambo no es un drama. Con un tratamiento adecuado los resultados son muy buenos. Siempre lo digo, su hijo/a puede ser atleta olímpico si quiere.
  • Es un pie “distinto” y por ello es de obligado cumplimiento el tratamiento.
  • Deben ser tratados por traumatólogos infantiles con experiencia.
  • El tratamiento se debe seguir a rajatabla hasta los 4-5 años, con seguimientos hasta la adolescencia.

Espero haber ayudado a todos los padres preocupados por esta patología. Si quieren estar actualizados acerca de patologías en el ámbito de la traumatología, pueden seguirme en redes sociales: FacebookTwitter e Instagram, o escribirme un correo para consulta médica: consulta@drlopezmartinez.com

¡Gracias!