El síndrome de la cintilla iliotibial o rodilla del corredor es otra de las patologías que más incomodan a deportistas, sobre todo corredores. Recientemente, debido al aumento de personas que practican el “running” y a las oposiciones en las cuales hay pruebas físicas, se ha visto un notable aumento de pacientes con esta patología.
En Murcia, donde trabajo, con oposiciones en marcha, la ruta de las Fortalezas de Cartagena y la maratón de Murcia, raro es el día que no veo a un paciente afecto de este problema (y bastante desesperado). Podéis leer más sobre las lesiones en opositores en este artículo.
¿Qué es el síndrome de la cintilla iliotibial? Es un proceso inflamatorio a nivel de la rodilla producido por el roce continuado de esta estructura (cintilla iliotibial, continuación del músculo tensor de la fascia lata) con la porción distal de fémur a nivel lateral.
¿Qué síntomas produce?
Dolor tipo quemazón en esa zona, en la región externa de la rodilla, sobre todo cuando el corredor lleva un tiempo de entrenamiento variable. Suele aumentar el dolor al bajar cuestas.
¿Por qué se produce?
Es una patología que se produce debido a un problema biomecánico. Por este motivo, las causas pueden ser:
- Sobreentrenamiento
- Calzado inadecuado
- Cambios frecuentes de superficie en la que se corre
- Técnica incorrecta de carrera
- Inadecuada forma física (sobrepeso o debilidad de músculos de la cadera como el glúteo medio)
- Alteraciones de la forma de las piernas: el genu varo o rodillas en O.
- Diferencias de longitud en piernas.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico es clínico, es decir, un traumatólogo con experiencia en este campo, con una correcta entrevista (anamnesis) y exploración, sabrá si se trata de una rodilla del corredor. Es útil el uso de la ecografía para valorar el estado de la cintilla iliotibial y conocer si el proceso está en fase aguda o crónica así como para valorar si hay bursitis asociada en la zona.
Es importante el diagnóstico diferencial para realizar un tratamiento específico, ya que hay patologías que pueden simular una rodilla del corredor como las plicas sinoviales, lesiones de menisco externo, lesiones del músculo poplíteo, etc.
¿Cuál es el tratamiento del síndrome de la cintila iliotibial?
El mejor tratamiento siempre será la prevención pero, si hemos tenido la mala suerte de sufrir esta patología, lo primero que debemos hacer es tener un diagnóstico correcto y comenzar el tratamiento.
En casos leves e iniciales, podemos comenzar con un reposo deportivo relativo y con frío local pero, en mis pacientes, lo primero que aconsejo es el tratamiento fisioterápico. Un fisioterapeuta con experiencia guiará al paciente en su recuperación, tanto a nivel de tratamiento como de prevención con estiramientos y fortalecimiento de la musculatura implicada en la carrera.
En casos rebeldes, se pueden optar por otras opciones. Si la fisioterapia no ha sido efectiva y/o el proceso se ha cronificado, una opción válida es la infiltración con plasma rico en plaquetas (PRPs) en la zona lesionada, buscando el beneficio antiinflamatorio y de regeneración de tejidos de estas infiltraciones.
Como siempre explico a mis pacientes, estas infiltraciones tienen la parte buena de no perjudicar en absoluto, ya que son las propias plaquetas del paciente, con la parte negativa del costo de las mismas. Por este motivo, siempre aconsejo realizar una infiltración y valorar, a las 4-6 semanas, su resultado. Si el paciente se ha curado completamente, fenomenal. Si la infiltración no ha sido efectiva, yo no la repito. Solo en casos de mejoría parcial, repito la infiltración de PRPs.
Otra opción, en mi opinión solo válida en casos límite, es la infiltración de corticoides. Reconozco que la he usado en algunos pacientes, pero siempre explicando que no es beneficiosa, sí para el dolor, pero no para los tejidos. La he usado en casos dramáticos, pacientes opositores con lesión de la cintilla iliotibial a pocos días de las pruebas físicas, con el objetivo a corto plazo de poder demostrar el entrenamiento de tantos meses.
Como última opción, y solo en casos muy infrecuentes, está la cirugía, en la que se realiza una artroscopia de la rodilla para valoración de estructuras como el cartílago o la sinovial de la articulación, realizando una limpieza de dicha inflamación y un alargamiento controlado de la cintilla iliotibial. En dos semanas, el paciente puede volver a realizar ejercicio de bajo impacto como la bicicleta o elíptica para volver a la carrera en 4-6 semanas aproximadamente.
Un consejo, evitar la frustración. En habitual la decepción del atleta que ha tenido que abandonar una maratón o la preocupación del opositor antes de las pruebas físicas. Por suerte, y a diferencia de otras patologías, este síndrome de la cintilla iliotibial se cura.
¿Cómo prevenir esta patología?
Viendo las causas que la provocan, podemos deducir su prevención:
- Calzado correcto y para cada superficie. No es lo mismo entrenar sobre moqueta que en asfalto.
- Peso adecuado: como siempre digo, no hay que correr para adelgazar, sino que hay que adelgazar para correr. El peso es muy importante y un sobrepeso puede ser el causante de esta patología (y de otras muchas).
- Técnica de carrera adecuada: a priori, correr es muy sencillo pero no todo el mundo corre correctamente. Siempre aconsejo ser valorado por un especialista en la actividad física para mejorar la técnica de carrera. De este modo, evitaremos lesiones y mejoraremos tiempos.
- Estudio podológico: si el problema principal es la biomecánica, podemos mejorar la misma con un correcto estudio de la pisada y valoración de plantillas por un podólogo con experiencia en la materia.
- Sobreentrenamiento: debe ser evitado. El descanso, así como la alimentación, son básicos en la prevención de lesiones.
Esto es todo lo que he considerado importante de cara a esta molesta patología del corredor. Si te ha gustado o crees que puede ayudar a más gente, ¿me compartes por favor?
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