La clavícula es un hueso largo con forma de S que une el brazo con el tórax mediante dos articulaciones: acromioclavicular (más cerca del hombro) y esternoclavicular (más cerca del pecho). Fruto de esta función, en el residen muchas de las fracturas que acuden al servicio de urgencias y, sobre todo, los domingos.
¿Por qué le llamo «la fractura de los domingos»? Porque es el día que más adultos practican ciclismo y el día que más niños juegan. Más deporte y más juegos: más caídas y más fracturas.
La fractura de clavícula se produce por caídas con el brazo extendido, traumatismos sobre el hombro o, menos frecuentemente, por contusiones directas como en los accidentes de tráfico.
Fuente fotografía: www.marchasyrutas.es
Podemos dividir esta fractura según la edad en la que se produce en:
1.Fractura del recién nacido (fractura obstétrica): esta fractura es frecuente en partos complicados, en los que la salida del bebé por el canal del parto de la madre es dificultosa por varios motivos: canal estrecho de parto, recién nacidos más grandes de lo habitual, etc.
Estas fracturas de los bebés se diagnostican por el sollozo al movilizar el brazo o porque el niño no mueve nada su brazo y lo mantiene pegado al cuerpo. En estos casos el pediatra o traumatólogo infantil deben realizar el diagnóstico diferencial con posible lesiones nerviosas (mucho más graves) con una simple radiografía. El pronóstico de estas fracturas es excepcional, todas curan, y además en muy pocos días. Bastará con inmovilizar suavemente al bebé.
2.Fractura del niño: también muy frecuente, sobre todo, en los parques de bolas ( a los traumatólogos que tratamos niños nos llevan de cabeza estos parques). El niño se cae solo, le empujan o, directamente, le caen encima. Acto seguido: llanto y dificultad para mover el brazo.
Parque de bolas. Fuente www.eldiadecordoba.es
Debido al gran potencial de remodelación del hueso de los niños, estas fracturas tienen un excelente pronóstico. A los padres les cuesta entender cómo un hueso que en la radiografía aparece como desplazado (como en la imagen de abajo) pueda curar. Aunque no se vea, el hueso tiene una membrana llamada periostio donde están las células que forman el callo de fractura, y este periostio hará que estas fracturas curen en un 99,99% de los casos. Es mi «fractura preferida».
3.Fractura del adulto: la clásica fractura de la caída de bicicleta con el brazo en extensión (para no golpearnos la cara). También es muy frecuente en los deportes de nieve (esquí y snowboard), como explico en este enlace. Estas fracturas debemos de clasificarlas según su localización: tercio externo (más cerca del hombro), tercio medio (en el centro del hueso) o tercio interno (cerca del esternón). Con gran diferencia, las más frecuentes son en tercio medio de la clavícula.
En ocasiones, en lugar de producirse la fractura, se puede lesionar la articulación de la clavícula con el acromion (articulación acromioclavicular). Sabremos que se ha lesionado esa articulación porque notaremos un «hueso levantado», que podemos hundirlo como una «tecla de piano», de ahí que se explore mediante el llamado «signo de la tecla». En esta imagen vemos un ejemplo de luxación acromioclavicular y el tratamiento quirúrgico realizado.
¿Cómo diagnosticamos las lesiones de la clavícula? Muy sencillo. En la mayoría de pacientes sospecharemos esta lesión por haber sufrido una caída previa. El paciente llega a consulta con el brazo pegado al cuerpo. En estos casos, solo necesitaremos una radiografía para confirmar nuestra sospecha.
¿Cuál es el tratamiento de estas fracturas? En un 80% de los casos, estas fracturas se tratan de forma ortopédica, es decir, sin operación. En los niños, como hemos visto, este porcentaje aumenta al 99%. Para este tratamiento conservador, de forma general, se pueden usar dos sistemas: vendaje en 8 o cabestrillo. Estos sistemas pueden hacerse de forma artesanal o bien usar los sistemas de ortopedia, más cómodos.
Personalmente, el vendaje en 8 lo uso en casos en los que busco reducir parcialmente la fractura con este sistema, es decir, en fracturas desplazadas. El cabestrillo lo uso en fracturas poco o nada desplazadas. Además, dado que en donde trabajo el calor nos acompaña 10 meses al año (Murcia, España), no suelo utilizar los clásicos vendajes con algodón debido a las complicaciones derivadas por la sudoración y la larga inmovilización.
Vendaje en 8. Fuente www.orliman.com
¿Cuándo se operan las fracturas de clavícula? De forma general, en estos casos:
1.Gran desplazamiento de la fractura con acortamiento o desplazamiento mayor de 2cm.
2.Fracturas en las que hueso se queda debajo de la piel.
3.Fracturas abiertas (con herida que expone el hueso).
4.Fracturas de húmero-clavícula o clavícula-escápula (hombro flotante).
5.Fractura de ambas clavículas (politraumatizados).
6.Fracturas del tercio externo o interno con afectación de la articulación acromioclavicular-esternoclavicular.
7.Fracturas con afectación nerviosa o vascular.
8.Deportistas de alto nivel (ya que no pueden permitirse la inmovilización durante varias semanas) o trabajadores de fuerza.
Los hermanos Schleck, ciclistas, ambos operados de fractura de clavícula. Fuente www.marca.com
En estos casos, la cirugía que realizamos es la fijación con placa y tornillos con el objetivo de estabilizar los fragmentos del hueso fracturado y permitir la movilización temprana del brazo. Esta intervención se realiza habitualmente con anestesia «local» (bloqueo nervioso) o general, con una hospitalización habitual de un día.
El paciente, con ayuda del fisioterapeuta, podrá comenzar a movilizar el brazo a los pocos días para ir ganando progresivamente balance articular. Para deportistas amateur y profesionales, en poco tiempo se podrá volver a la práctica deportiva.
Como complicaciones, lo normal es que al paciente pueda molestarle la placa posteriormente, ya que la clavícula es un hueso subcutáneo y fácilmente palpable. Cuando hayan pasado aproximadamente 6-12 meses y se haya evidenciado la consolidación del hueso, podría ser retirado el material. Si no molesta y el paciente no realiza actividad de gran riesgo, se puede mantener el material. Casos de «mala suerte» (fractura periplaca de clavícula) como el que os muestro son poco frecuentes:
Muy raras son las infecciones o lesiones vasculares o nerviosas en este tipo de cirugías (y graves, dada la cercanía de vasos sanguíneos importantes como la arteria subclavia). Será tu traumatólogo quien deba evitar a toda costa estos riesgos potenciales de la cirugía.
Espero que este artículo haya podido ayudar a resolver las dudas más comunes en torno a esta fractura tan frecuente en niños y adultos. Si es así, ¿me compartes por favor? Podéis seguirme en Facebook, Twitter e Instagram. ¡Gracias!