La fascitis plantar es una de las patologías estrella en la consulta de Traumatología y, más aún, en verano debido al uso de sandalias, caminar descalzo por la playa, aumento de la frecuencia deportiva en vacaciones, etc. Es un dolor que puede ser muy desagradable y que, por desgracia, puede provocar una gran limitación en el paciente durante un largo tiempo.
El dolor se produce en la región del talón, y puede irradiarse por la planta del pie o incluso subir por la pierna hasta los gemelos. Su localización más habitual es la llamada entesis de la fascia plantar, es decir, en su origen en el calcáneo (el hueso del talón).
Localización del dolor de la fascitis plantar.
Pero no todos los dolores del talón son fascitis, entonces ¿cómo saber si lo que tengo es una fascitis plantar? Si tienes los siguientes síntomas es muy probable que la padezcas:
- Dolor matutino o en frío: es muy común la queja de los pacientes al levantarse a mitad de noche para ir al baño, con su consiguiente dificultad para dormir posteriormente.
- El dolor aumenta tras haber hecho deporte o esfuerzo el día previo.
- El dolor aumenta al presionar el talón.
Los pacientes que más frecuentemente sufren fascitis plantares son los deportistas, debido al golpe repetido que sufre el talón. Los más comunes son los corredores o «runners«, pero también hay una elevada frecuencia de jugadores de pádel, por los saltos repetitivos de este deporte (yo mismo la he sufrido con el pádel). También es frecuentes en obesos y en trabajadores que usan calzado de seguridad.
Calzado de seguridad. Rígido y seguro, pero es un factor de riesgo para producir fascitis.
¿Cómo prevenir la fascitis plantar? Quien la ha sufrido sabe lo incómodo de este dolor, es por ello la importancia de su prevención con los siguientes consejos:
- Calzado adecuado: sobre todo en deportistas. No vale usar cualquier calzado y salir a correr. Del mismo modo, se debe usar un calzado adecuado para trabajar o hacer las tareas cotidianas. De moda están los calzados tipo balancín o MBT (estéticamente regulares, pero cómodos para pacientes con esta patología).
Calzado tipo balancín o MBT
- Técnica adecuada: en algunos casos, la técnica de caminar o de correr no es la adecuada. De hecho, últimamente se ha puesto de moda el correr descalzo o barefoot (tiene su por qué, de hecho, nacemos sin zapatos), evitando con esta modalidad la fascitis plantar al correr de puntillas.
- Evitar sobrepeso.
- Estiramientos de los gemelos.
- Si comienzo de dolor, con las características que hemos comentado, consultar con un traumatólogo.
Como hemos dicho previamente, no todos los dolores del talón son fascitis, y es por ello que se debe acudir a un traumatólogo para su diagnóstico. ¿Qué otras patologías podrían producir dolor en el talón? Por ejemplo, lesiones nerviosas (tipo ciática, hasta el talón), cuerpos extraños en talón, inflamaciones del tendón de Aquiles, fracturas de estrés en deportistas, etc. Es muy importante realizar el diagnóstico adecuado, ya que de este modo podremos hacer el tratamiento específico para cada patología.
¿Cómo se diagnostica? Como todo en medicina, escuchando al paciente y haciendo varias preguntas, con esta entrevista guiaremos el posible diagnóstico. Después, básico e imprescindible, la exploración física; con ella, localizaremos el dolor y descartaremos otras posibles patologías.
La exploración es la base del diagnóstico.
Muy importante, hay que valorar el tríceps sural, es decir, hay que explorar los gemelos y Aquiles (sistema calcáneo-aquíleo-plantar) para valorar si existe un acortamiento. Esto se valora según la maniobra de Silfversköld, la cual es positiva si el paciente puede doblar más el pie (flexión dorsal) con la rodilla flexionada que extendida y traduce un acortamiento gemelar.
¿Es básica la realización de pruebas complementarias? No. Si se dispone de una ecografía, se realiza porque nos ayuda a ver un engrosamiento de la fascia, pero no es básica. En mi caso, no pido radiografías, hago mi diagnóstico en base a mi experiencia y a una buena exploración y, si dispongo de ella, hago una ecografía.
Si el paciente nos llega con una radiografía y tenemos un espolón, ¿qué hacemos? Nada. Nada de nada. Está demostrado que el espolón no es la causa de la fascitis, sino una consecuencia de la inflamación. Por ello, muy importante, ¡no hay que quitar el espolón! Hay mucha gente por la calle con espolón y sin dolor, y muchos pacientes con fascitis sin espolón.
El famoso espolón calcáneo. Es la consecuencia y no la causa de la fascitis plantar.
Ahora bien, tenemos una fascitis plantar ya diagnosticada. ¿Cómo se trata? En mi experiencia, yo siempre sigo siempre la pirámide de tratamiento, es decir, siempre trato a mis pacientes desde lo más conservador a lo más agresivo, reservando las técnicas invasivas (infiltración o cirugía) al último lugar. Es por ello:
1º Tratamiento fisioterápico: si se realiza correctamente, la gran mayoría de fascitis plantares se curan con este tratamiento. Tu fisioterapeuta te guiará sobre los ejercicios más aconsejables para tu fascitis y realizarán el tratamiento más adecuado.
Tratamiento fisioterápico y ejercicios isométricos.
Muy importante, en casos de acortamiento del sistema calcáneo-aquíleo-plantar (gemelos), hay que realizar estiramientos de esa región o la fascitis podrá cronificarse.
Estiramientos del sistema calcáneo-aquíleo-plantar
Últimamente, han aparecido técnicas semi-invasivas como la EPI o EPTE que han solucionado casos de fascitis plantares más rebeldes.
Técnica EPTE para tratamiento de la fascitis plantar
2º Medidas conservadoras: en primer o segundo lugar, hay que perder peso si hay obesidad, o cambiar el calzado si no es el correcto. También suelo aconsejar una talonera de silicona, ya que disminuye el impacto al caminar y/o llevar un poco de cuña en mujeres, ya que disminuye la tensión en la fascia plantar. En mi experiencia, prácticamente nunca aconsejo el reposo en fascitis plantar (si en otros casos), y menos en deportistas, ya que el reposo me lleva a otros problemas como la atrofia muscular o la osteoporosis por desuso.
3º Fascitis plantar que no cura: subimos otro escalón de tratamiento y podemos derivar al paciente para la realización de ondas de choque. Con estos tres escalones de la pirámide de tratamiento, se resuelven más del 90% de las fascitis plantares.
4º Fascitis plantar desesperante: pocos pacientes llegan a esta fase pero, si te encuentras en ella, aún hay posibilidades antes de la cirugía. En este caso, podemos optar por una infiltración. Si hay posibilidad, plasma rico en plaquetas (se extrae sangre, se centrifuga y se infiltra la parte correspondiente a las plaquetas), con características antiinflamatorias. Es biológico y no perjudica al paciente, pero tiene un coste moderado. Si no hay posibilidad, no hay mejoría con el plasma o el dolor es insoportable, se pueden valorar los corticoides, sabiendo los posibles efectos secundarios de los mismos (degeneración de partes blandas sobre todo). En mi caso, no soy muy amigo de los corticoides.
5º Fascitis «me tiro por el balcón»: si nada de lo anterior ha funcionado, la cirugía puede ser la solución. En mi experiencia, tras haber visto los malos resultados de la fasciotomía plantar (cortar la fascia – «muerto el perro se acabó la rabia»), solo indico la cirugía en casos rebeldes al tratamiento y con un acortamiento de gemelos.
Test de acortamiento de gemelos positivo (realizado antes de la cirugía)
En ellos, se realiza una cirugía de no más de 15 minutos donde se libera la tensión del gemelo interno con una pequeña incisión en la rodilla.
Liberación de las fibras blancas del gemelo interno
Test negativo tras la liberación. Herida quirúrgica de 2cm
Los resultados clínicos de esta liberación, bien indicada, son excepcionales ya que se elimina ese acortamiento que ha sido el origen de la fascitis plantar. El paciente camina al día siguiente de la operación y no precisa de más tratamiento.
Y este es mi resumen de la temida fascitis plantar. Como siempre, es mi humilde opinión. Compañeros como Miranda Trauma opinan casi similar, pero no idéntico http://mirandatrauma.com/fascitis-plantar-no-puedo-dar-un-paso/. Espero que os haya gustado. Quizá pueda ayudar a más gente; si así lo crees, por favor, comparte. ¡Gracias!